<p>Destacan dos cisternas de gran tamaño que, probablemente, sirvieron para abastecer a una pequeña guarnición del ejército romano apostado en las inmediaciones. Estos dos aljibes de época romana, que permitían almacenar el agua de origen pluvial, tienen una capacidad de 400.000 metros cúbicos, son de planta rectangular y están coronados por una bóveda de cañón. De la construcción se ha conservado todo menos las cubiertas. Son singulares y excepcionales en la Península. Desde su descubrimiento ha sido un referente en todas las publicaciones y estudios relacionados con la hidráulica en la época romana.</p>
<p>El lugar fue frecuentado desde la época calcolítica a la Edad del Bronce, entre los años 2000 y 800 a. C., constituyéndose en un poblado de ocupación permanente durante la Primera Edad del Hierro, datada del siglo VIII y V a. C., y albergando,